Hijos de Europa

Hijos de Europa
Somos los hijos de la mala fortuna, los hijos del odio y de la ira, somos seres con corazon , seres llenos de amor, pero amar es odiar.

martes, 27 de diciembre de 2011

Capitulo I: El mundo de Camelot.

Camelot es un reino intranquilo, es un reino de pensadores, un reino de caballeros, de reyes sin reinas, de principes sin princesas, de cazadores sin presas.
Bueno...realmente Camelot es un reino vacio...es un reino sin gente, donde unicamente vive el Rey Carolus.
El Rey Carolus era un buen rey, pero claro, como sabemos nosotros los lectores si es un buen rey si su reino no tiene gente la cual pueda confirmarlo? Eso es solo algo que ustedes deben imaginar y creer.

El Rey Carolus se sentia solo en su reino, tenia un castillo para el solo, tenia un patio para el solo, tenia un mercado para el solo, tenia una plaza para el solo, unas murallas para no proteger a nadie, una herreria para forjar cosas para nadie, una taberna para no servirle a nadie. Nuestro Rey necesitaba que alguien quisiera vivir en su reino, queria defender a la gente, queria que la gente degustara la comida de su castillo, que disfruten en su plaza, que bailen en su patio, que beban en su taberna, que se armen en su herreria...pero nunca nadie pasaba por las puertas de Camelot.

Camelot la verdad era un mundo bonito. Que por que lo se? porque una vez estuve alli, pero eso es otra historia que algun dia os contare muchachos.
Es un reino bonito, lleno de pureza y bondad, aunque desde fuera parezca un reino malo y agresivo. Pero eso es porque los demas reinos quieren destruirlo, por su poder, por su grandeza, por su pureza.
Los demas reinos contaban con grandes ejercitos, pero nunca se acercaban a Camelot, todos tenian un cierto miedo al Rey Carolus, esto a Carolus le entristecia, queria tanto que alguien se acercara a su castillo que no le importaba si una guerra era la razon por la que alguien se acercaba...pero nunca nadie se acercaba.

Una noche fria de invierno, alla por el 27 de Diciembre de algun siglo perdido de la mano de alguna deidad, el Rey Carolus se asomo por el ventanal de su aposento. Era ya tarde, aquella noche habia una gran Luna llena, mas bonita de lo normal, con un color algo mas "rojizo". Mientras observaba la Luna sentado en una silla cerca del fuego, vio pasar algo de por medio. Carolus no sabia lo que era, fue algo que paso rapidamente y con movimientos bruscos, no pudo reconocer nada. De fondo escuchaba ruidos extraños y vio caer algo grande.
Durante toda la noche estubo escuchando unos "rugidos" agonizantes, Carolus no quiso acercarse por lo extraño de la situacion, pero comenzo a salir el sol y los rugidos agonizantes seguian asique decidio montar en su blanco corcel y fue siguiendo el sonido.

Llego a una zona boscosa, cuando llego vio a una especie de reptil alado, Carolus no habia visto nunca antes un animal asi , para añadir algo mas extraño a la situacion, este animal podia hablar, y le conto que era un ser de otro mundo, de un mundo de sueños reales, que habia sido enviado para darle la noticia que sus plegarias de que hubiera gente en Camelot habian sido escuchadas y que tarde o temprano, comenzarian a llamar a su puerta y le pedirian asilo en su reino.
Carolus se alegro mucho de esta noticia, pero no la creia demasiado, no entendia la situacion, no sabia que tipo de ser era ese, no sabia de que mundo hablaba, ni cuando llegaria esa gente...
Finalmente este extraño animal le conto que era un dragon, un ser fantastico del mundo real de los sueños, era un mensajero del mundo real, pero para volver a el debia morir, asi pues, le pidio a Carolus que le diera muerte para poder volver al mundo real de los sueños y asi en un futuro, traerle mas noticias. Carolus hizo caso a sus peticiones y acabo con su vida. El dragon desaparecio casi en ese mismo instante que recibio la lanzada en la cabeza, para hacerlo de la forma menos dolorosa posible.
Solo dejo unas cenizas...todo esto resultaba muy complejo de entender para Carolus, y extrañado por toda la situacion volvio a su castillo, se metio en la cama y quiso pensar que todo era un sueño. Pero quien sabe lo que le traera el tiempo a nuestro Rey y su reino...

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